Batalla del Vino, Haro, Rioja. 29 de junio.

Batalla del Vino de Haro Wikipedia Commons by BigsusLa Batalla del Vino de Haro se anuncia como enfrentamiento, pero de lucha, nada, nada de nada. Es pura fiesta. Una fiesta multitudinaria en la que cuadrillas contra cuadrillas de amigos y conocidos se ensalzan en una refriega a ver quién llena con el  caldo económico a más gente. Al final, para ponerse todos morados, morados por dentro y morados por fuera, del color del vino.

En los Riscos de Bilibio, en la zona de La Concha, a seis kilómetros de Haro, se dan cita los festeros de la batalla en la mañana de cada 29 de junio Pero ¿por qué en ese lugar, precisamente en ese sitio? Un poco por las connotaciones simbólicas del paraje, en ese punto el río Ebro entra en La Rioja. Se hace riojano.

Pero la cita reúne a mucha gente por un motivo más piadoso y serio y por otro menos de tomar en serio. Lo serio: En el lugar de la encrucijada del Ebro, murió Felices de Bilibio, anacoreta del siglo V y maestro de San Millán, devocionado en Haro y durante mucho tiempo fue lugar de peregrinación.

Lo no serio: El jolgorio del vino comenzó a organizarse cuando la gente que acudía al lugar en procesión, se acercaba a la ermita y se quedaba para almorzar y seguir la fiesta.

Los romeros llegado un momento dejaron de acudir para que no les mancharan sus vestidos de fiesta o, simplemente, para no relacionarse con la fiesta del vino. Y así siguió el tema de la fiesta hasta que en 1949 se le dio el impulso definitivo dándole una identidad propia como Batalla del Vino. Simplemente se consiguió poner orden, separar lo religioso, de alguna manera, de lo puramente festivo.

En el despuntar de la mañana del 29 de junio, el público comienza a acudir a la ermita del lugar para más avanzado el día, dar comienzo la misa, a la comitiva la dirige un síndico representante de las fuerzas vivas de Haro. Él es el encargado de disparar a caballo el cohete que anuncia el comienzo de la fiesta al terminar la eucaristía.

La gente viste de blanco con un pañuelo atado al cuello, pero a las primeras de cambio, todo cambia, el morado del vino tinto es el color de todo. El de las ropas, pero también el del suelo por el que corren, dependiendo de la edición, entre 20.000 y 40.000 litros de vino de la tierra. La fiesta continua de camino hasta Haro con el jolgorio montado por las charangas camino de los paseos y la plaza de toros. Una vuelta única.

La fiesta de la Batalla del Vino es una celebración de interés turístico nacional desde 1988 y cada año va a más. Hasta se  ha conseguido organizar una Batalla del Vino infantil junto al campo de fútbol local.

¿Cuánto disfrutarás de la Batalla del Vino? Seguro, seguro. Anímate, acércate a Haro el 29 de junio y cambia de color. Por si tu respuesta es sí, aquí te dejamos dos referencias de alojamientos económicos en la zona, hostales en Vitoria y en Miranda de Ebro, para que  puedas estar  a un paso y cómodamente instalado.

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Batalla del Vino de Haro, morados por dentro, morados por fuera.

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