¿Conoces La Tomatina? Sí, exacto, la fiesta de los tomatazos de Buñol, en Valencia. Un pueblo entero, y muchos más visitantes que no son del pueblo, se lían a lanzarse tomates con ganas, entre el alboroto de las cuadrillas. Porque lo de Buñol es una auténtica guerra al rojo vivo en la que si no estás espabilado o haces frente con los tuyos, vas listo.
La Tomatina se celebra todos los últimos miércoles del mes de agosto. Así, que ya sabes cuando cae este año ¿Porque vas a ir, verdad?
La fiesta empieza el día señalado a las diez de la mañana, aunque lo de la hora es meramente orientativo. Porque todo depende de que alguien consiga hacerse con el jamón que hay al final de un palo vertical cubierto de jabón que se llama así, ‘palo jabón’. Sólo cuando se consigue desenredar el pernil, comienza el jolgorio, comienza la batalla de tomates.
Bueno, sigue el jolgorio, porque mientras los valientes que suben coger el jamón están a lo suyo, el resto se da literalmente un baño de masas con agua a presión de las mangueras municipales.
No hay cohetes que rompan el aire en el inicio de la batalla, en este caso el arranque de la batalla se hace con carcasas muy del estilo levantino. Y es esa sintonía la que marca la carga de la caballería hacia los camiones que en la plaza del pueblo son los encargados de suministrar los proyectiles.
Puedes lanzarlos hacia arriba, en la dirección que quieras, pero no se te ocurra darles un mordisco para recuperar aliento. Los tomates de Buñol están en su punto para manchar y estallar pero saben a rayos. Los cultivan durante todo el año en unas fincas de Xilxes en Castellón, ex profeso para La Tomatina.
¿Reglas? No, no hay, sólo recomendaciones de no hacer daño a otras personas y llevar protección especialmente en los ojos y en la cara. Por la limpieza, por tu aseo y el de las calles, no te preocupes, acabado el último acto, el de terminar con la carga de los camiones, los bomberos con sus camiones rojos tomate (¿camuflados?) te darán a ti y a tu cuadrilla tu merecido manguerazo de agua y si no al Charco de los Peñones que hay junto al pueblo. Agua sobre tomate y calor de agosto y de la batalla que se disfrutaaaa…
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Guerra al rojo vivo, para liarla con 3D-ecenas de docenas de tomates, o más, si los pillas, claro.
