¿Qué haces los días que van del 21 al 26 de julio? Los tienes libres, estás de vacaciones ¡Genial! Sevilla te espera. Y es que el barrio de Triana sevillano se engalana para celebrar las fiestas de su patrona, Santa Ana, en una sucesión de actividades festivas y culturales que arrancan el día 21 que son el preludio de un acontecimiento singular, la Velá de Santa Ana en la madrugada del día 26.
La Velá de Santa Ana es éso, la velada de Santa Ana, el tiempo de vela que los vecinos del barrio de Triana de Sevilla dedicaban y dedican a acompañar a la imagen de la santa la noche anterior a su celebración. Se sabe que las velás de Santa Ana ya eran tradición en la Triana sevillana tan lejos en el tiempo como el siglo XIII, apenas reconquistada la ciudad a los árabes.
Los actos religiosos centrales son los de la ofrenda floral a Santa Ana y el engalanamiento de la torre de su iglesia el día 25, a los que siguen fuegos artificiales, antes de de la denominada Señá de Santa Ana. La Señá de Santa Ana comienza a las doce de la noche del mismo día 25 con los acordes de la música de la banda del Cristo de las Tres Caídas.
El final de las interpretaciones musicales abre las puertas de la iglesia para que los devotos trianeros hagan cola para el besamanos de la imagen de Santa Ana y la posterior Velá.
La popular fuera de las celebraciones religiosas comienza con el habitual pregón en el viejo Hotel Triana, cuyo patio se llena de una decoración festiva muy al estilo del colorido andaluz. Pero no sólo el hotel, también el puente de Triana se llenan de farolillos para vivir la noche en un itinerario lleno de casetas con comidas, música y atracciones que va desde el mismo paso del Guadalquivir hasta la Plaza del Altozano. Y, desde la plaza, las luminarias recorren como un reguero todas las calles en abanico. Así es como te espera Triana en fiestas.
¿Dos lugares de cita para seguir la fiesta? La calle Betis, con su coso de feria como la de Sevilla, pero en pequeño, con el encanto de que la entrada es gratuita. Si te apetece comer algo, pide las sardinas fritas o cualquier otro pescado a la plancha. Hay variedad.
La otra referencia es la misma Plaza del Altozano, en la que noche sí noche también se acomodan grupos musicales y de sevillanas que se dejan ver con su cante, con su colorido y su sana rivalidad de barrio.
Son días para ver y pàra hacer cosas, el Guadalquivir, por ejemplo, se llena de deportistas y de bañistas. Los deportistas, los de las competiciones de piraguas, los bañistas, esforzados todos, los que participan en la conocida ‘cucaña’.
Una barcaza fondea en el río y los más atrevidos se deslizan por un poste lanzado en la proa para alcanzar un banderín que es el premio. Ni que decir tiene que el poste está en una extraña horizontal-vertical, hay que trepar por él y está engrasado.
En tierra, en el barrio, el Plaza del Altozano es salida y llegada también de los corredores de un memorial ciclista con más de cien kilómetros de trazado.
Y cómo se cierra la fiesta de Santa Ana en Sevilla, pues con una misa de hermandad con la imagen del Carmen como fondo que forma parte del encanto de una celebración singular que no te has de perder.
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Velando por Sevilla, Triana arriba, Triana abajo.
