Laredo es una población cántabra que se asoma al mar y que tiene fama de una excelente gastronomía. Su mesa de productos de la mar habla de su vocación pesquera y del buen gusto de sus gentes.

Pero, pocos de fuera saben de una de sus fiestas más sorprendentes, la que todos los últimos viernes del mes de agosto viste de flores a la ciudad en un coso realmente espectacular.

Es lo que los laredanos llaman su Batalla de Flores, un desfile multicolor de carrozas forradas de ramos que atraviesa la Alameda de Miramar desde las cinco de la tarde. Pero nada de papel, las flores de la batalla de Laredo son naturales, frescas y representan una muestra de hasta dónde puede llegar la creatividad cuando el pueblo la hace suya.

Se trata de una fiesta con tradición que arrancó en el año 1908 para celebrar precisamente la despedida del mes de agosto. La Alameda, como antiguamente, se llena de carrozas que compiten entre sí por los premios y sobre las que se dejan ver peñas, grupos musicales más o menos serios y sobre todo charangas.

Llegan a juntarse hasta veinte carrozas, cada una con su tema y su sugerente nombre, que intentan no repetir ningún diseño de años anteriores y ganar la partida en espectacularidad a sus carrozas vecinas.

Las carrozas se engalanan con claveles, rosas, clavelones y miles de dalias que lanzan al ambiente sus aromas en una tarde casi siempre cálida de verano, cálida como se entiende en el Cantábrico, por supuesto.

Las peñas se entregan a la confección de cada carroza casi todo el año, desde el diseño de la estructura a los atavíos de los grupos. Algunas son realmente soberbias con hasta seis y siete metros de altura sobre la vertical, describiendo formas rebuscadas y casi imposibles.

El público se arracima a un lado y a otro de la avenida, viviendo el evento con entusiasmo, quién más y quién menos tiene un vecino, un familiar o un amigo en las carrozas y eso se nota en la alegría desbordante, sobre las plataformas y a pie de calle. Hay que vivirlo.

Si quieres pasar un día de fiesta, literalmente entre flores, con jaleo de buen rollo, vente a Laredo, déjate ver por su batalla de Flores. Aquí te dejamos un par de reseñas de lugares para quedarte para que te alojes cómodamente y por un precio económico. Las hemos tomado del portal Quehostales.com de la relación de hostales de Santander.

Uno de ellos es el Hospedaje Magallanes, en la calle del mismo nombre en Santander cerca de la biblioteca y del ayuntamiento; el otro es el Hostal B&B&B, en la calle Méndez Núñez, también en el centro de la capital cántabra.

Laredo se viste de flores y saca los colores a la calle.